Una buena estrategia de marca debería desarrollarse en paralelo al plan de negocio y así ambos irán creciendo y definiéndose simultáneamente.
De hecho, los aspectos a trabajar son muy parecidos. Se analizan los consumidores, la competencia, los referentes, nuestras fuerzas y debilidades… Vamos, lo mismo, solo que desde el punto de vista de la marca.
Desarrollar esta estrategia al principio es básico para encontrar el lugar del mercado en el que nos vamos a situar, y cómo nos vamos a presentar a nuestra audiencia. Una de las principales cuestiones a definir es cuál es nuestro valor diferencial. Qué nos hace diferentes de nuestra competencia.
Conocerlo e interiorizarlo es necesario para poder expresarlo eficazmente. Lo ideal sería que un nuevo proyecto surgiera de detectar una necesidad no cubierta o de plantear un nuevo modelo de negocio, pero la realidad es que la mayoría de las empresas nacen sin una gran idea y aparentemente son más de lo mismo.
Puede ser evidente o estar muy escondido pero toda marca puede tener su valor diferencial.
Hay muchos métodos para encontrar eso que hace única a cada empresa, pero hoy nos vamos a centrar en uno; Los ejes de posicionamiento.
Este sistema no es únicamente propio del mundo de las marcas. Se usa en muchas disciplinas cuando se necesita comparar datos de forma visual.
Se trata, simplemente, de colocar dos ejes cruzados (vertical y horizontal) a los que atribuimos un parámetro concreto. Un ejemplo clásico son los ejes calidad-precio. En el espacio que se crea, vamos situando a la competencia y a nosotros mismos.
La forma en la que este sistema nos puede ayudar a encontrar nuestro valor diferencial es muy sencilla.
1. Necesitamos tener un estudio en profundidad de la competencia. Pero ¿Quién, que va a lanzar una empresa nueva, no se ha documentado de lo que está haciendo el resto?
2. Empezaremos haciendo una lista de las características más relevantes para los consumidores en nuestro sector (precio, calidad, horario, experiencia, servicio post venta, tiempo de entrega…las variables pueden cambiar muchísimo dependiendo de la empresa). Lo interesante es que sean parámetros lo más cuantificables posible y que nuestra información sea veraz. Si hacemos ejes en base a atributos más subjetivos, es posible que, inconscientemente, distorsionemos el mapa.
3. Haremos una segunda lista con aspectos no tan clásicos de nuestro sector, pero que nos definan. O que sean típicos de otros sectores nada relacionados con el nuestro. Nadie hubiera pensando vender leche en maquinas expendedoras, o crear tiendas de golosinas para adultos si no hubieran hecho esta abstracción.
4. Iremos creando diferentes ejes con las combinaciones de parámetros y colocaremos a nuestra competencia y a nosotros mismos. Al principio, no daremos con espacios en los que nos encontremos solos o poco acompañados, pero debemos seguir. Hay que hacer muchos, cuantos más mejor, y así tendremos una visión más global del mercado.
5. Si hemos hecho unos cuantos y con unos parámetros lo suficientemente interesantes para nuestra audiencia, seguro que tenemos varios de ellos en los que claramente nos separamos del grupo. Ahora toca analizar cómo de relevantes-beneficiosos son esos posicionamientos. Debemos encontrar el qué nos aleja, pero que a la vez sea un aspecto fuerte y relevante. Es decir, si estamos solos porque somos los únicos de precio alto y calidad baja, esto no será de gran ayuda.
6. Hemos encontrado los ejes en los que nos diferenciamos y además aportamos algo al mercado. ¡Ahí está tu valor diferencial!
Ahora hay que trabajarlo como núcleo de tu estrategia de marca para que nuestra audiencia lo perciba como único y lo asocie a nuestra empresa.
[quote align="center" color="#000"]Como dijo Maquiavelo:
"Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos"[/quote]
Published by: MARINA GOÑI in Sin categorizar